EDUARDO VERDUMEN. El exótico cineasta y roquero encontró en sus libros el espacio para crear nuevos mundos.
“Me he vuelto un adicto a la escritura”
Eduardo Verdurmen es fiel a su estilo. Lo es en su forma de vestir, en su peinado y en la temática de sus novelas. Eso no quiere decir que no tenga creatividad; prueba de ello es que ha impuesto una nueva forma de presentar y promocionar libros en Panamá, la cual ha calado hondamente.
En las dos versiones más recientes de la Feria Internacional del Libro de Panamá, el también cantante de “rock” y cineasta, ha salido levantado en hombros por las ventas y aceptación de sus novelas.
Su última entrega lleva por título “Los fantasmas de Anni”, una obra que ha producido - según él- un efecto tan impresionante que tiene testimonios escritos que revelan que hay niños de menos de 12 años que han devorado las 283 páginas del libro en menos de tres días y hasta en unas cuantas horas.
Verdurmen disfruta ahora la posibilidad de crear mundos a través de la literatura y acepta que en su vida pasada -cuando cantaba “rock”- no percibió las sensaciones que le han producido sus tres libros y el arte de escribir, del que dice, se ha vuelto superadicto.
¿Cómo ha recibido la reacción de los lectores con “Los fantasmas de Anni”?
Me ha tomado por sorpresa. “Rex Angelorum” (2008) en su momento tuvo una buena respuesta, aunque tampoco pensábamos que iba tener esa acogida, pero al tiempo se fue disminuyendo como es normal. “Neirad” (2010) también tuvo su impacto, pero fue como el arrastre de “Rex Angelorum”, fue el libro más vendido en la feria y no pasó a mayores. Sin embargo, “Los fantasmas de Anni” me ha dado un vuelco total. Yo esperaba que tuviera cierta acogida por los otros libros y sucedió algo totalmente inesperado para mí; niños entre 10 y 14 años y jóvenes de hasta 22 años tomaron la batuta de comprar el paquete completo de los tres libros.
Una vez más usted fue una atracción en la Feria de Libro.
La primera sorpresa que me llevé fue en la feria, en donde los mismos muchachos que compraron el libro en la primera fecha, venían dos días después para decirme que ya se lo habían terminado. Después lo comentábamos y otros niños y jóvenes al darse cuenta también compraban el libro y se iba repitiendo el mismo fenómeno. Se convirtió en una fiebre, porque lo primero que hacían era correr donde estaba la imagen de Anni que habían visto en la televisión, compraban, se iban si yo no estaba, pero regresaban a buscarme. Para el fin de semana, ya casi todos los que habían comprado el libro, regresaron para comentar lo que habían leído, eso incluía a niños de 10 y 12 años que se leían el libro a una velocidad de siete y diez horas, ni siquiera yo he podido hacerlo con ningún libro en tan poco tiempo; ellos son una esponja.
¿Para quién se pensó el libro?
Sucede es que ocurrió el mismo efecto que con “Twilight” (“Crepúsculo”) porque sin querer, lo mismo que Anni, es una historia de una adolescente. En este caso no es de vampiros, pero es una adolescente que tiene Blackberry, Twitter, Facebook y, obviamente, que la mayoría se identifica con ella, porque le gusta el “rock” e ir a los centros comerciales con sus amigos como lo hacen ellos. La vida de ella cambia cuando su papá, que es veterinario, es trasladado al interior lo que hace un cambio de vida para ella.
¿De dónde nace la trama de “Los fantasmas de Anni”?
Extrañamente sale de un capítulo de “Rex Angelorum” que se titula “Brujas”. Una de las partes que más terror despierta en “Rex Angelorum” es una escena que tiene que ver con todas esas historias de miedo que nos cuentan desde chicos para sugestionarnos. Después de que lo leyeron recibí muchos comentarios de gente que me contaba las sensaciones que le producía mientras leían y pregunté si les parecía interesante escribir un libro basado en esas sugestiones. Así surge la idea de esta novela.
Para muchos es difícil hacer un libro al año. ¿Algún secreto?
El primer libro (“Rex Angelorum”) me tomó tres años por el entrenamiento que me estaban dando. El segundo (“Neirad”) me tomó casi año y medio, en el que apliqué una técnica que consistió en utilizar varias computadoras. En una llevé la historia central y en otras dos computadores las historias colaterales para sostener la línea del tiempo. Tenía otro control con una computadora con Google para localizar los lugares, mapas, poblaciones y diferentes escenas que ocurren alrededor del mundo. Me fue mucho más fácil, porque lo que ocurrió con “Rex Angelorum” fue que escribí todos los capítulos en un año y la corrección duró otro año y medio, mientras que con “Neirad”, como ya sabía, me fue más rápido. En el caso de “Anni” utilicé una tecnología diferente con un programa que se llama “Dragon speaker” y como me di cuenta que escribo más rápido a pulso que con el teclado, entonces con ese programa me daba la libertad de llevar mis cuadernos hacia donde me movía y después le dictaba los cuatro o cinco capítulos terminados a la computadora y ella iba escribiendo por sí sola, alrededor de diez líneas por segundo. Ese programa también corrige, analiza si las palabras están bien utilizadas y así se me hizo más rápido y me ayudó a que “Los fantasmas de Anni” se pudiera realizar en casi un año.
¿Siente que ha alcanzado la madurez como escritor?
Sí. Definitivamente. Anni es una prueba directa de lo que fue una evolución, que tampoco me esperaba. En “Rex Angelorum” yo narro la historia como si fuera un cuento, al igual que “Neirad”, pero Anni yo absorbí la persona de Anni, me convierto en la persona que está viviendo la trama. Fue muy difícil para mí, porque jamás lo había hecho y me asustó que una persona como yo, con más de 40 años, no pudiera reflejar el sentimiento y todo lo que pudiera reflejar una niña de 14. Sin embargo, como tengo cuatro niñas y un varón, no me fue difícil. Tuve que bajar del nivel de adultez y ponerme a nivel de un niño y me encarné directamente en ella. Otro reto muy fuerte fue que a la mitad del libro, Anni queda como dormida y pasa la madre a primer plano. No sabía cómo hacer la transición, pero mi esposa me aconsejó que le diera a ese capítulo el nombre de la mamá de Anni (Estela) y que comience a hablar de los pensamientos de Estela, así como hicieron en “Crepúsculo”. Empecé a leer ese capítulo y me di cuenta de que el salto no se sintió y arranqué por allí. En fin, ha sido un aprendizaje que estoy aplicando para la creación de “Rex Angelorum II”.
¿Sus conocimientos de publicidad, producción y cine han influido en el éxito de sus libros?
Claro que sí. Lo que le ha gustado a los muchachos es la forma de la narrativa, es la fluidez con que pueden imaginarse las cosas que están sucediendo. Esto se debe a mis estudios de cinematografía. Yo no monto los capítulos de forma literaria, sino como si fueran escenas. Entonces a medida que van avanzando en la lectura es como si estuvieran viendo una gran pantalla y ligo como “escenas” o capítulos cortos unos con otros. Desde el cuarto capítulo empiezo a hacer ese tipo de juego, y muchas personas me han comentado que se engancharon y entonces es una fórmula que funciona perfectamente.
¿Cómo los escritores nacionales han recibido su éxito?
Hay dos motivos que se pueden atribuir a mi éxito. Yo mercadeo mis libros de otra manera. Fui una vez a un lanzamiento en la Biblioteca Nacional con gente selecta, con dos personas hablando del libro, después tomaban vino y ya. Yo como publicista y como cineasta me doy cuenta que la fuerza más violenta de una promoción arranca con lo que son los “trailers” o avances cinematográficos y entonces me pregunté por qué no hacerlo con un libro llamando la atención con carteles, vallas y todo lo que eso implica, como lo hacen con “Harry Potter” en el cine. Hacerlo igual con el libro funcionó de maravilla.
Pero, ¿siente que su estilo lo aceptan los escritores?
Están haciéndolo ahora y creo que va por buen camino. He visto en los periódicos que ya se publican notas importantes de algunos de ellos, hasta en portada, cosa que no se hacía antes. Ya van a la televisión, se presentan en los programas, cosa que había que hacer y antes solo se reducía a la presentación de un libro.
Se dice que su imagen personal es una valla publicitaria
No he dejado nunca de ligar mi persona con los libros, que es algo que salió de manera natural y sin que yo me diera cuenta cuando presentamos “Rex Angelorum”. En el 2009, obviamente, que no fui al Teatro Nacional, sino a Sky con pantallas por todos lados, vestimenta adecuada y todo eso. Cuando llegué me atacaron por todos lados con “flachazos” como si fuera un artista de Hollywood. Cuando vi mis libros corrí a abrazar uno y me siguieron tomando fotos, luego firmé el primer libro y vi una fila como de 60 personas esperando una firma. Allí me di cuenta que se había logrado algo que no se había dado aquí.
¿Se compara esto en algo con su actividad como cantante?
Yo he pertenecido a bandas de “rock” desde el 86. Cantaba con Quarzo, entré con Los 33 y con Fósiles mecánicos y era eso. Cuando sacábamos los discos eran famosos en el momentito del tiempo que subía la música y luego, cuando se volvía a caer, se disipaba, volvíamos a ser personas normales hasta que lográramos sacar otro disco o tuviéramos algún concierto, entonces era difícil sostener este tipo de vínculo. Pero con el libro sucede algo extraño, en el sentido de que siempre va a ser la estrella o lo nuevo para la persona que lo está leyendo al día siguiente.
¿Qué lo ha impactado más: la publicidad, el cine, la música o la literatura?
La literatura me ha impactado más porque me da la oportunidad de crear mundos y de armar cosas que nunca pensé hacer. En realidad yo pensé hacer cine, crear un par de guiones para una película, pero en cuanto a crear un mundo dentro de los libros, es otra sensación. Primero imaginarte la portada y después que se materialice es el primer choque para un autor; lo segundo es transferir toda esa imaginación a la gente que lee, es un sentimiento impactante. Nunca voy a dejar de escribir, porque prácticamente me he enamorado de eso, es como una adicción.
¿Para cuándo podemos esperar el próximo libro?
Tenemos en línea prácticamente siete libros ya listos para cocinar. Creo que me voy a dar la tarea de presentar uno por año; les prometí a los fanáticos de “Rex Angelorum” que en la próxima Feria del Libro les tendré “Rex Angelorum II”; en eso estoy trabajando, voy por el capítulo 150. También tengo otros libros, uno se llama “El escritor”, otro “El dibujante”, que son historias así como Anni, misteriosas, pero la saga de “Rex Angelorum” II, III y IV son las que van a cerrar la parte de “Rex Angelorum”. Yo sentiré que el círculo está completamente cerrado en el momento que empiece a producirse la película del primer, segundo y tercer libro. A medida que yo tenga eso de que cada libro que vaya sacando, tengo guion para filmar, si eso resulta y funciona, vamos a tener la dinámica libro, película, libro, película y allí estaré completamente realizado.